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El arte de cebar mate

El mate con copete

El copete es la evidencia externa del comportamiento de la cebadura, algo que solamente puede realizar un cebador con mucha experiencia y habilidad, y que contribuye a su lucimiento. No es necesario que un mate tenga copete para estar bien cebado, sino que es lo que se podría llamar "un mate de lujo", es decir un alarde del cebador para demostrar su habilidad. De todas maneras, si uno recibe un mate con copete puede estar seguro de que estará saboreando un muy buen mate, y bien puede aceptar que quien lo ha cebado lo demuestre de esta manera. El arte de ajustar la cebadura en seco requiere especial maestría y es gala de ésta el mate con copete, que es la cúpula o casquete de espuma que corona la boca del mate bien cebado. Pero no es de espuma sino de yerba seca el copete que nombra el paisano del Litoral.

El buen ajuste de la yerba permite que buena parte de ésta se mantenga seca dentro del mate mientras se lo va cebando. Pero esto solamente se comprueba al dar vuelta la yerba. El mate con copete es una jactanciosa exteriorización de que esto se cumple en la cebadura: el cebador la acomoda de tal modo que el copete de yerba seca está a la vista, en la boca del mate, de donde desaparece solamente cuando se da vuelta la yerba. Debido a que la yerba se acomoda sobresaliendo un poco por la boca del recipiente, cuando se ceba el mate con copete la bombilla queda parada, de modo que para tomar el mate hay que inclinarlo hacia el lado que ocupa la bombilla.


Vea también: Dar vuelta la yerba