El arte de cebar mate
(Adaptado de "El arte de cebar", de Amaro Villanueva)
Origen del mate
De acuerdo con las investigaciones realizadas por Amaro Villanueva, el mate, cebado con bombilla y agua caliente es creación de los indígenas guaraníes.
En guaraní la yerba (Ilex paraguariensis) se denomina caá, pero como los españoles la recibían de los indios ya tostada y molida, no imaginaron que procedía de un árbol, y la llamaron hierba del Paraguay o simplemente yerba.
En cuanto al recipiente o calabacita utilizado para cebarlo lo llamaban caiguá. Este vocablo resulta de la unión de tres palabras guaraníes: caá (yerba), i (agua) y guá (recipiente), o sea que es el "recipiente para el agua de la yerba". El español prefirió usar la voz mate, tomado del quechua, y así ha permanecido hasta hoy.
El nombre guaraní de la bombilla es tacuapí, que es el nombre vulgar del vegetal Merostachiis clausseniis, del que se extraía la cañita o junco con que se fabricaba originalmente la bombilla, que en el extremo que se introducía en la yerba tenía un cesto tejido de fibras vegetales que servía de filtro.
La pava o caldera también tiene su nombre guaraní: itacuguá. Esta formado de las voces i (agua), tacú (caliente) y guá (recipiente), es decir "recipiente para el agua caliente". Este recipiente no era de metal sino un cacharro de alfarería.
Vea también: El recipiente