El arte de cebar mate
Poner la bombilla
Si se pone con la cebadura seca, la bombilla se pone en el mate antes de echarle la yerba, o si no se ajusta la cebadura en seco, con un dedo, y luego se completa el ajuste con la parte plana de la bombilla. En ambos casos, el filtro de la bombilla quedará en contacto con la yerba seca, que es la causa más común de los mates tapados. Esto se debe a que si se vierte el agua de golpe se cubre toda la superficie de la cebadura, y el aire encerrado entre la yerba no puede salir más que por el filtro de la bombilla, donde todavía no ha llegado el agua. Entonces arrastra las partículas más finas de la yerba que pueden tapar la bombilla, aunque si no lo hacen el primer sorbo subirá cargado de partículas de yerba. El riesgo de que se tape el mate se previene vertiendo el agua en chorro delgado y lento sobre la bombilla, de esta manera a la vez que se moja la yerba que está junto a la bombilla, el aire puede escapar por la superficie seca de la yerba.
Dado que la mayoría de las yerbas tienen un molido fino resulta más práctico poner la bombilla después de mojar la cebadura. Con esto se previene el efecto de expulsión del aire, y resulta más eficaz si se espera un poco antes de poner la bombilla, para que la yerba se hinche. Pero también hay que tener cuidado de no poner demasiada agua, porque sino las partículas más finas de yerba subirán a la superficie y al poner la bombilla pueden penetrar en el filtro y taparlo. Para evitar esto se puede tapar el pico de la bombilla, con lo que se impide el paso de la yerba fina por el filtro al introducirla. Si al mojar la yerba el agua es escasa puede no llegar a mojar la yerba del fondo, y puede producirse algo similar a lo que sucede con la cebadura seca.
La costumbre de escupir los primeros sorbos del primer mate proviene de la forma de expulsar las partículas de yerba que pasan por el filtro, pero no es necesario hacerlo si el mate está bien cebado. En realidad el primer mate es un poco más amargo que el resto, y por eso lo toma el cebador, por respeto a los demás.
A veces, aunque esté bien cebado, el mate suele taparse. En estos casos la culpa es de quien toma el mate, que al succionar mueve la bombilla hacia los lados o la levanta. Al hacer esto también mueve la yerba, y al absorber las partículas movilizadas son atraídas hacia el filtro, tapándolo. Por eso la preceptiva del mate dispone que "la bombilla sólo debe moverla el cebador" y que "nunca debe movérsela cuando el mate está bien cebado".
Vea también: Ajuste de la cebadura