El lenguaje del mate
(Adaptado del libro de Amaro Villanueva)
Variantes provincianas
En Entre Ríos:
- Brindar un mate recién aprontado: complacencia, regocijo por la visita, o "te esperaba", según el caso.
- Un mate lavado: aversión o enemistad.
- Un mate ensillado: molestia disimulada, aprecio fingido.
- Un mate tapado: bolsazo, calabazas.
- Un mate muy caliente: disgusto, enojo, resentimiento.
- Un mate frío: indiferencia o poca consideración.
- Un mate largo: visita molesta o poco grata.
- Un mate corto: quiero verte más seguido.
- Un mate chorreado: visita o presencia inoportuna.
- El mate del estribo: cortesía, deferencia o amor, según el caso.
- El mate con manga: celos.
- El mate encimado: cansancio o fastidio.
- Con la bombilla hacia atrás: desprecio.
- Y para quien recibe o toma el mate:
- Acomodar la bombilla, antes de tomar: desprecio hacia el cebador.
- Devolverlo haciendo cimbrar la bombilla: provocación.
- Hacerlo roncar: grosería.
- Chupetear la bombilla: mala educación.
- Soplar la bombilla: zoncera.
- Gracias: se dice para expresar al cebador que no se desea tomar más.
En Corrientes:
- Mate frío: desprecio.
- Muy caliente: aburrimiento.
- Lavado: cansancio.
- Espumoso: correspondencia amorosa.
- Bien cebado: complacencia.
- Chorreado: apuro para que se aleje el visitante.
- El mate cebado al recién llegado: te esperaba.
- El mate de la despedida: si está recién preparado, vuelve pronto; si es viejo, no te espero.
En Mendoza:
- Mate con cáscara de naranja: volvé.
- Mate con cáscara de limón: andate.
De todo esto se puede asumir que hay un lenguaje popular del mate bastante similar en toda la Argentina. Pero como en algunos casos hay variantes, lo veremos en detalle para cada caso.
Vea también: El "mate del zonzo"