El lenguaje del mate
(Adaptado del libro de Amaro Villanueva)
Mate lavado
Es el mate agotado, desabrido, insípido, con la yerba gastada y que ya no hace espuma. En Entre Ríos también se le suele llamar "ojo de buey", "ojo de Ñandú", o "lágrima".
Significa cansancio del cebador, con relación al tomador que nunca se acuerda de dar las "gracias". Por eso cuando el mate comienza a lavarse el matero debe darse cuenta de que el cebador se está cansando, y dar las "gracias".
Pero si el primer mate que se da a quien acaba de llegar está lavado significa aversión o enemistad; y son típicos del mate lavado los palitos que flotan en la boca del mate, de ahí la copla de Edmundo Montagne:
Como a náufrago de amor
me los cebás lavaditos...
¡Juro que no me has de ver
agarrao a los palitos!
Esta copla salteña se refiere al mate chulla, como llaman al mate lavado:
Cuando el pobre llega a tiempo
y los mates van cruzando,
dan al pobre un mate chulla,
con los palitos nadando.
Y en Buenos Aires:
Como nunca lo tomé,
no sé si será verdá;
dicen qu'el mate lavao
representa enemistá.
Vea también: El mate ensillado