El lenguaje del mate
(Adaptado del libro de Amaro Villanueva)
Mate recién aprontado
Como se ha visto en El arte de cebar mate, el cebador tiene que tener en cuenta una serie de condiciones para aprontar un buen mate. En primer lugar, elegir el tipo de calabacita según se trate de un mate dulce, o bien de un amargo o cimarrón. También debe calcular la cantidad de yerba para que no salga "largo" ni "corto", cuidar que no se tape la bombilla, etc. Es decir que un mate recién aprontado seguramente será un buen mate, y se suele llamar así al mate de agasajo o de bienvenida, porque se lo apronta para ofrecérselo a la visita, al recién llegado.
Un mate recién aprontado tiene la cebadura nueva y reúne todos los requisitos para ser un mate exquisito, espumoso, y sobre todo de buen sabor. O sea que el destinatario recibirá los mejores mates, y por eso al mate recién aprontado se le da el significado de "correspondencia amorosa", porque daría a entender que la presencia de quien lo recibe es bienvenida.
Pero en el "lenguaje del mate" no solamente el mate recién aprontado se refiere al vínculo amoroso, sino que además significa alegría o complacencia por el recién llegado. Porque la visita puede ser un amigo o un pariente, un conocido, e incluso un desconocido cuyo arribo puede complacer. Es una forma de mostrar el placer que provoca esa persona, de manera que tanto puede ofrecerlo la novia a su amado, la esposa al marido que llega de su trabajo, un amigo a otro, o una madre a su hijo, como lo ejemplifica el poeta uruguayo Alcides de María, que lo dijo con este final de décima:
Cuando mi vieja me brinda
un matecito espumoso,
saboreándolo, retozo
y le tomo gusto a miel,
recordando el tiempo aquel
en que la eché de buen mozo.
Vea también: El mate lavado
