El lenguaje del mate
(Adaptado del libro de Amaro Villanueva)
El "mate del sonso"
Esta expresión se origina en que cuando el cebador no tiene la seguridad de que el mate que está utilizando está bien curado, incurre en la picardía de ofrecérselo a un tercero para evitarse la desagradable sensación de sabores extraños y amargos, característicos de una calabacita que ha sido prematuramente destinada a su función.
Claro que si el que lo recibe tiene la sospecha de que se lo está queriendo usar como conejillo de Indias suele rechazarlo diciendo que "el primer mate es el del sonso". Pero si el cebador ha actuado de buena fe, pues está seguro de que el mate ha sido bien curado, le responde: "sonso es el que no lo toma...", porque en muchos casos se acostumbra a que el primer mate sea para el cebador. Pero también es cierto que el sabor del primer mate suele ser más fuerte que el de los restantes, y no a todos les gusta, así que también por una cuestión de respeto lo toma el cebador, que probablemente disfrutará ese "mate fuerte", así como hay quienes saborean un café "bien cargado".
Pero en la práctica muchos cebadores no ofrecen ni toman el primer mate, siguiendo el hábito derivado de una tradición aborigen, que consiste en escupir esos primeros sorbos a izquierda y derecha del matero, como tributo a sus dioses lares.
Otra posibilidad es que un matero inexperto no esté seguro de si el agua está suficientemente caliente, y consciente de que ese primer mate pudiese ser desagradable opta por probarlo él mismo. En el caso de que el agua esté a punto se lo toma, pero si está muy frío escupe el líquido, aunque ignore la tradición aborigen.
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